lunes, 2 de julio de 2012

Ma Galio borra un caso -2


(viene de la otra entrega
...
-No estoy de acuerdo. Creo que no hay nadie que pertenezca a ningún partido.



-No es eso de lo que estoy hablando... Pero vayamos al hecho del articulito borrado: ese y otros escritos de elnaviero llaman la atención porque muestran a un ser humano con sus inquietudes ante la crisis; el pueblo se siente reflejado; pero no es esta humanidad la que preocupa a los mandamases; es el caso concreto de Enrique; se da la circunstancia particular de que lo consideraban uno de sus incondicionales o que estaba entre sus correligionarios y a pesar de que no dijo nada comprometedor, el hecho de aparecer en tu revista fue para ellos alarmante; ¿por qué?: muy sencillo: era un agujero que se abría en sus filas; es mas, por ese camino el pueblo tendrá cada mas en cuenta lo que se diga en elnaviero y dejará de tener predicamento lo que ellos digan; y es grave porque, ellos, se creen que son el pueblo y por tanto sus portavoces; y, claro, los voceros (o vocazas) son los que hablan; los demás escuchan; y punto.


-Muy rebuscado me parece lo que dices.


-Y casi tenebroso. Si yo te contara...


-No te quedes con las ganas.


- A ver como lo hago con pocas palabras: estamos en crisis, hay mas de 700 vecinos en paro y familias que no tienen nada que llevarse a la boca y van a la Cruz Roja a pedir ¿no? Pues eso: ellos estánsentados en sus poltronas viendo este panorama -el Alcalde ha hecho mención a que la gente le llega implorando trabajo- y sin dar palo al agua; la labor municipal, si no se innova -y no se ha hecho nada nuevo en años- es rutina que los trabajadores del Ayuntamiento llevan a cabo; entonces, ¿qué hacen los jefes?: nada, vigilar que su rebaño no se desmande; para eso tienen todo el tiempo; si consienten que Enrique abra un hueco, por ahí se colarían otros; y no pueden consentirlo; es que, con esta crisis, si los derriban de su sillón, ¿dónde van a ir?: al paro porque, para su desgracia, no tienen oficio ni beneficio; se quedarían a dos velas; y por tanto son capaces de cualquier cosa -y sé lo de lo que estoy hablando- con tal de seguir medrando.


-¿Y?


-¡Hostias, Ma Galio! Parece que no te enteras, tío... ¡blanco y en botella!... Aparte de todo esto... de lo nuestro, ¿qué?


-Que si. Cuando me jubile colaboraré con vosotros. Y gracias por tus elucubraciones.


-De elucubraciones nada, realidad pura y dura. Si yo te contara...


-Cuenta, cuenta .


-Empero, no es de este asunto


-Entonces, no me interesa lo... O si. Habla, habla.


-Verás, resulta que a uno le arreglaron el coche en un taller...


-¿De aquí?


-No, de aquí no.


-¡Ah! Sigue .
-Le arreglaron el coche y luego se lo llevó a casa. Pasó el tiempo y no fue a pagar la cuenta del arreglo. Le llamaron por teléfono varias veces y daba alargas. Luego su padre, al parecer sin venir a cuento, se quejó de que no hubiera pagado. Y su suegra le reprocha de que por la calle se murmuraba de él. Incluso su hija le dice que unos chicos la han molestadopor la calle. Al día siguiente se le presentan dos tipos con cara de patibularios a cobrar y tuvo que hacer fuerza para cerrar la puerta porque habían puesto un pie en ella. Cuando por la mañana fue a coger el coche se lo habían birlado. Naturalmente no denunció nada. Se quedó en casa acojonado. Son métodos que se utilizan para resacirse de las deudas .


-¿Vosotros hacéis eso?


-Ya sabes que Magnolia no utiliza esos métodos .


-Lo creo, lo creo. Sois unos angelitos.


Ma Galio apura el vaso de ron, se levanta de la silla, saluda a Mos Tacho, abre la puerta, la cierra con cuidado y se va.
En el pasillo se para un momento. Ha oido algo que le resulta familiar tras una puerta que esta a su derecha. Acerca el oído:


-Oye, soy la prima de Valdemaqueda. Sabes que te quiero. Te llamo porque te he visto en elnaviero. Y mira, primo, no quiero que te pase nada pero es una revista de rojos. Gente de malvivir. (un silencio) ¿Que ya la has mandado borrar? Bien hecho. Es mejor callarse, primo. En estos tiempos de crisis solo te podía traer disgustos. Y que los pocos que van al bar dejaran...


Ma Galio separa de la puerta el oído y mira hacia la puerta de Mos Tacho. Iba a irse cuando oye otra llamada con voz de chico:

-  Me oyes, soy del bar (no se entiende bien) he leído lo que afirmas en elnaviero. Con eso de que no has bajado los precios, ¿quieres de decir que eres mas que los demás? Sabes lo que te digo: ¡que te vayas a la mierda!

Lo estaban abrasando a llamadas. No quiso oír mas y se marcha.


-¡Qué cabrón eres Mos! -pensó Ma Galio.

En la calle, la anciana sentada en el poyo, vuelve a saludarlo. Ma Galio piensa en lo lejana que está esta señora de las canalladas que se montan en los despachos para seguir en el poder. La explicación del detective le ha parecido de una sensata y siniestra claridad. Y el del bar que seguirá desconcertado preguntándose por qué.

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