La calle Cal y Cuento se halla situada en la parte vieja del pueblo. Es un encanto de calle, estrecha, sinuosa, silenciosa, con sabor y olor a pueblo pequeño, geranios y poyos en el suelo. Hacia allí se dirige Ma Galio. Con dos finalidades: desentrañar el caso del articulito borrado y atar su continuidad investigadora para cuando se jubile, que le queda poco.
Recuerden los lectores que se tuvo que borrar aquí, en elnaviero, una entrevista al dueño del bar ’Los Roeles’ a petición de propio entrevistado, pues lo abrasaron con llamadas de teléfono tantas y tan molestas que se vio obligado a pedir a Ma Galio que la borrara. Lo que el Comandante del Puesto hizo con premura. Pero le ha quedado esa quemazón por dentro que le impulsa a investigar este caso que él denomina del articulito borrado.
Poco antes de llegar al término de su andadura lo saluda una anciana sentada en un poyo.
Toca al timbre y le abren. Un pequeño pasillo conduce a una puerta que tiene por rótulo ’Mos Tacho, detective privado’. Pasa y tras ella aparece, sentado en su sillón ergonómico, un hombre que ronda la cincuentena, cara redonda, cicatriz en el carrillo derecho, labios brillantes de borracho y luce un mostacho que ya se tiñe con las nieves del otoño. Se levanta (al hacerlo se le nota que la barriga ha avanzado) y saluda tendiendo la mano:
Se levanta Mos Tacho, abre la vitrina que tiene tras de él y sirve dos vasos de ron.
Beben mirándose, poniendo todos los sentidos en ese acto mientras se escrutan uno al otro. A Mos los labios le comienzan a brillar y se pasa la lengua por ellos.
-Una cubanita a la que le arreglé unos papeles. Se siente agradecida .
-responde Mos Tacho con cara inocente y labios relucientes.
Ma Galio lo mira. Desvía luego la mirada por el despacho: la vitrina con sus relucientes copas y botellas de diferentes rones. A la dereecha de la vitrina hay un sofá pequeño junto a la pared. En la pared de la izquierda unos estantes con carpetas en cuyo lomo viene la fecha por meses y otras carpetas mas voluminosas por años. Entre la vitrina y la estantería una ventana da a un patio lleno de geranios arrimados a las tapias y en el medio un ciruelo en flor. Trinan los pájaros. Ma Galio se detiene en la cara redonda y en la cicatriz de Mos Tacho. La cara, a Ma Galio. se le está poniendo colorada. Mos, que lo conoce bien, sabe que si no lo detiene va a pegar un puñetazo en la mesa. Y como no quiere perder ni vasos, ni botella, ni mesa le dice:
(continuará)
Ilustraciones de arriba a abajo: 1ª: la nombradísima agencia de detectives Pinkerton en la que trabajó Dashiell Hammett; 2ª: ’Cosecha Roja’, conocida novela de Dashiell Hammett; y 3ª: Dashiell Hammett, Samuel (1894 - 1961) uno de los mas importantes novelistas estadunidenses de novela negra.
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